Cómo convirtió en realidad su sueño tecnológico un distrito escolar

Cliente de CSI Leasing:

  • Distrito escolar de una población de 15.000 habitantes.
  • Cinco escuelas (K-12) con un total de 3.500 alumnos.
  • Instaladas 158 Aulas Inteligentes, 10 laboratorios móviles y más.

Todos los administradores de centros escolares quieren que sus alumnos tengan la mejor experiencia de aprendizaje posible. En la actualidad, eso significa contar con cierto nivel de tecnología en el aula. Pero en la mayoría de los distritos hay una barrera constante que impide que esto se convierta en realidad: las limitaciones presupuestarias. Los fondos de capital,  las subvenciones y las típicas actividades de obtención de fondos tienen su utilidad, pero rara vez alcanzan para que un distrito implemente su solución ideal.

De tal manera que los distritos sacan el máximo partido a los fondos de los que disponen. Y como no hay suficiente dinero para que todos los alumnos tengan un ordenador, algunos administradores afortunados tienen la posibilidad de decidir quién tendrá y quién no. Y en esa decisión hay alumnos y profesores que salen perdiendo.

La visión

Un distrito escolar optó por no tomar esa decisión. Los administradores conocían el valor excepcional que la tecnología aportaría a cada aula y alumno. En lugar de repartir ordenadores y proyectores aquí y allá, decidieron encontrar una forma de ofrecer a cada aula lo que necesitaba.

Así es como nació el 21st Century Digital Learning Project. Los responsables del distrito redactaron el plan de sus sueños sin limitaciones, utilizando el modelo del Aula Inteligente como guía y trabajando a partir de él. Indicaron exactamente qué equipos pensaban que debían tener todos los alumnos, en qué aulas y en qué centros.

En los cinco centros escolares, el objetivo era montar proyectores instalados en el techo de 158 aulas, así como tabletas e impresoras inalámbricas. Cada escuela tendría dos laboratorios móviles y cada aula dispondría de cuatro clientes ligeros. Y en secundaria, las aulas de cálculo y física contarían con un ordenador para cada alumno. Además, el distrito quería software educativo, variando en función de los diferentes grupos de edad y disciplinas. Y cuanto antes estuviera todo montado, mejor para todos los alumnos.

Cómo conseguir el dinero

La solución costaría un millón de dólares, mucho más de lo que podría obtener razonablemente el distrito en las actuales circunstancias. A aquí es donde nació el siguiente elemento crítico: la fundación para la recaudación de fondos.

El distrito había decidido dirigirse a la comunidad en busca de apoyo. La fundación organizó conciertos y campañas en busca del apoyo de empresas y fundaciones. Y en una población de sólo 15.000 habitantes, lo consiguieron. En dinero efectivo y en donaciones comprometidas, la fundación consiguió el millón de dólares.

El poder del arrendamiento

La tercera parte del plan del distrito consistiría en alquilar la tecnología, algo que llevaba haciendo ya varios años con CSI Leasing en relación con otros equipos. Por su experiencia anterior, el distrito sabía que el arrendamiento le permitiría sacar más partido a su dinero, llevando más equipos a un mayor número de clases de lo que habría sido posible comprándolos. A través del arrendamiento, el distrito instalaría equipos para todos desde el principio del proyecto, sin necesidad de decidir a quiénes llegarían y a quiénes no.

La estrategia del arrendamiento también funcionó bien debido a la gran cantidad de donaciones comprometidas. Para arrendar los equipos no necesitaban tener el dinero en el banco desde el primer día. Al prolongarse a lo largo del tiempo los pagos que habría de realizar en virtud del arrendamiento, las donaciones comprometidas cumplirían la función de cubrir los pagos posteriores una vez utilizados los fondos iniciales. El equipo financiero del distrito había creado un perfecto escenario de flujo de caja.

Aunque las limitaciones presupuestarias fueron el primer factor impulsor de la opción de arrendar, el distrito disfruta ahora también de otros beneficios. Con la carga de la depreciación que supone la propiedad, ni un solo alumno, profesor o administrador se verá obligado a utilizar un ordenador más allá de cinco años. Esto significa que todos los ordenadores estarán siempre suficientemente actualizados.

También se hizo más sencillo deshacerse de los equipos obsoletos. Al final del arrendamiento, el personal responsable de tecnología simplemente devuelve todo a  CSI, que se encarga de limpiar los discos duros siguiendo las pautas del National Institute of Standards and Technology y recicla los equipos aplicando una política de prohibición de vertidos y exportaciones. Atrás han quedado los tiempos de las subastas públicas o el almacenamiento de los ordenadores usados en las salas de profesores.

El 21st Century Digital Learning Project se hizo realidad gracias a las grandes ideas, la sorprendente fundación creada y CSI Leasing. El Director Financiero del distrito lleva años trabajando con CSI. Al ser preguntado por el elemento financiero del proyecto afirmó: “El arrendamiento fue, sin duda, la única forma de conseguir que esto ocurriera”.